Las comunidades jesuitas de la Plataforma Apostólica de Castilla y León han celebrado juntas su primer encuentro para afrontar el nuevo curso que acaba de comenzar. Retiro, oración y eucaristía en Salamanca para compartir y orar los retos a los que están llamados los jesuitas de las comunidades que la conforman: Valladolid, Salamanca, Burgos y Villagarcía de Campos. Gratitud, sueños y realidades inspiraron esta jornada celebrada luego en la comida.
Juntos abordaron el cuidado de la dimensión espiritual de la pobreza para vivirla de una manera integral y profunda. Una pobreza entendida como voto de generosidad, de entrega de tiempo y vida consagrada que va acompañada de obediencia y disponibilidad, y de soledad habitada. «Dios nos quiere tal y como somos; pero a la vez nos invita a convertirnos. Mirando a Jesús esto es posible».
Tras la reflexión afloraron los compromisos a los que están llamados personalmente como jesuitas, como comunidades de vida, como responsables de obras, como miembros de la Plataforma y de la Compañía de Jesús universal. Una honda mirada de la que surgieron la necesaria tensión interior, el discernimiento para la planificación de futuro y todo el agradecimiento por todo el bien recibido.