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Tres charlas para acercarse al sueño de Ignacio de Loyola en la Sala Borja

El Centro de Fe y Desarrollo de Valladolid celebró la semana pasada el ciclo Ignacio de Loyola y su contexto social, cultural y eclesial una ocasión para descubrir la figura del fundador de la Compañía de Jesús, su conversión y su configuración hasta su canonización. La profesora de la Universidad Pontificia Comillas, Henar Pizarro, habló de la inquisición y de los ámbitos de sospecha de la época. El segundo día, el teólogo jesuita José García de Castro dedicó su exposición a los amigos de Ignacio, a sus compañeros y los primeros jesuitas. Por último, el historiador de la Universidad de Valladolid, Javier Burrieza, abordó el proceso de reconocimiento de la santidad de Ignacio de Loyola hasta que fue canonizado el 12 de marzo de 1622. Tres perspectivas que culminaron el cuarto día con la proyección de película Íñigo, de Imanol Rayo.

La suma de las tres charlas trazó una biográfica completa y global de Ignacio de Loyola recibida hoy gracias a los primeros jesuitas que lograron relatarla. Desde aquella carta de su compañero y sucesor Diego Laínez a Juan de Polanco en 1547 considerada «la primera biografía de Ignacio de Loyola en vida»; comentaba Burrieza, a la autobiografía escrita por Luis Gonçalves da Cámara quien consiguió que Ignacio se le contase con todo detalle, aunque posteriormente será manipulada y recortada en sus ‘travesuras de mancebo’ para construir la figura de un santo. De ahí que la biografía oficial de Ribadeneira de 1571 escrita en latín y en 1583 en castellano, sus 20 años de juventud solo ocuparan dos páginas y el resto 300 páginas. Por último, Burrieza destacó la recientemente publicación de la colección Manresa traducida al castellano por Eduardo Alonso Romo y que fue escrita por su secretario Juan de Polanco en 1574: Vida de Ignacio de Loyola de Juan Alfonso de Polanco.

La conversión y vocación de Ignacio de Loyola se desarrolló en un tiempo convulso de reforma eclesial, de transformación de las órdenes religiosas y de su concepción de la espiritualidad y teológica; de la inquisición que a partir de 1520 se dirigió hacia el humanismo erasmista, según relató la profesora de Comilla, Henar Pizarro. Reseña los tres procesos inquisitoriales a Ignacio de Loyola, entre ellos el de Salamanca, instruido por la autoridad diocesana, aunque intervinieron los dominicos.   

En lo más personal, García de Castro recorrió la vida de Ignacio de Loyola a través de los hombres que lo acompañaron en su búsqueda para ayudar a las ánimas. Desde los tres primeros que conformaron el germen – maestro Pedro Fabro, teólogo y hermano mayor; Francisco Javier apóstol de las Indias y él-. A ellos se sumaron otros que recibieron los Ejercicios Espirituales y entendieron la espiritualidad del fundador: el teólogo Diego Laínez, segundo padre general de la Compañía de Jesús; Alfonso Salmerón; el palentino Nicolás de Bobadilla, el portugués Simão Rodrigues y los tres grandes olvidados de esta primera Compañía: el francés Paschase Broët, Claudio Jayo y Jean Codure. Una rica terna de nombres que ayudaron a conformar y apuntalar la Compañía de Jesús.

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Publicado el

abril 11, 2022