El fin de semana del 22 al 24 de noviembre, tuvo lugar en la Casa Magis de Valladolid ‘Pausa Galilea’. Se trata de una nueva edición de los encuentros de Jóvenes CVX con otros que viven la espiritualidad ignaciana. Un total de 22 personas valientes y confiadas que se lanzaron, impulsadas por el corazón, a vivir esta experiencia, nueva para todas ellas. Es un tiempo que brinda la oportunidad de adentrarse cada uno en sus propias Galileas: esos lugares cotidianos donde Dios se va revelando y donde se va amasando la Iglesia. Hubo tiempo para realizar un mapa de la propia Galilea, así como de caer en la cuenta de los movimientos y mociones que iba provocando Dios en cada uno. E incluso de atreverse a soñar una Iglesia joven, arropada y dinamizada por el Sínodo.
El tiempo pareció expandirse, dando cabida a oraciones de la mañana, los puntos del día, la oración personal, el compartir en grupo, la eucaristía… los ratos de desayuno, café, comida y juegos de mesa y hasta la celebración de un cumpleaños… Pero también pareció expandirse el espacio, cuando el salón de la Casa Magis se llenó con los testimonios de Miryam, Marco e Itzi. Su recorrido de fe, y sus compromisos personales y comunitarios, iluminaron los mapas de Galilea de todas las personas presentes. Fue un regalo disfrutar de su presencia, haciendo latir más fuerte el sentir de CVX y su pasión por los jóvenes.
Una vez experimentada la Pausa, toca volver al lugar donde cada uno está llamado a seguir escuchando, convirtiendo y participando en la realidad. Una voz sigue resonando entre las paredes de la Casa Magis: «Id a avisarles a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán» (Mt 28, 10), y una melodía que dice “Y yo te descubro (en mi Galilea), en el bullicio y las caricias. Rompes mis esquemas (en mi Galilea) para mostrarte a mi medida” (En la Galilea, TSNC 2024).