El campamento de Alba de Tormes (AT) es parte de la parroquia del Milagro San José desde hace 10 años. Ha dado y da cobertura a muchas familias del colegio y de la parroquia durante el curso para brindar una actividad en clave de fe durante los meses de verano. Una experiencia a la que el grupo de monitores dedica mucha ilusión y trabajo desde el mes de febrero. En sintonía con el párroco, el grupo valora todas las opciones disponibles a su alcance. «En este tiempo de pandemia, han sido muchas conversaciones y muchos proyectos avanzados para poder ofrecer seguridad en esta actividad con garantías», explica Marta Asensio, una de las monitoras ilusionadas de la parroquia.
Una vez confirmado lugar y fechas es momento de informar a las familias y a los niños y niñas, «que siempre lo reciben con una gran alegría y como una fecha tremendamente importante de su verano». Tal es la expectación, que el día de la inscripción hay largas colas de varias horas para lograr una de las limitadas plazas que se ofrecen. «Siempre limitadas por la legislación vigente en Castilla y León que siempre va a la cabeza en seguridad y más aún con el COVID acechando».
![](https://jesuitascyl.es/wp-content/uploads/2021/09/Monitores-todos-Salamanca-2021-1024x573.jpg)
Un gran trabajo con una gran recompensa: la magia de AT. Arranca el autobús con toda la ilusión de los niños, con sus maletas y sus historias, preparadas para los días que van a estar junto con sus amigos del colegio, pero también con otros compañeros más mayores y pequeños también. Todo el mundo cuida de alguien y todo el mundo está pendiente de alguien. En esta magia AT se ha formado un aura y un sentimiento de pertenencia que hacen que cada año no podamos decir que NO queremos organizar esta actividad.
Marta relata cómo una vez allí, hay gymkanas, veladas nocturnas, visitas a Alba de Tormes para los rastreos, piscina… todo tipo de actividades que encajan en un campamento y todas ellas, siempre tematizadas en un hilo conductor que le da sentido a cada juego u oración. En este 2021, con motivo de que varios chicos que alcanzaban el límite de edad habían estado en muchos campamentos, han hecho un “Regreso al futuro” y han tenido ocasión de revivir la temática de todos y cada uno de sus campamentos. «Un día rezábamos pensando en lo importante que es la familia gracias a los Simpson o en dar lo mejor de nosotros a los demás como Los Vengadores».
«La despedida del campamento siempre llega pronto, y es un día de una “alegre tristeza”. No es un adiós, es un hasta luego. Nos veremos de nuevo en el colegio o en los grupos de catequesis en la parroquia, pero terminan unos días en los que nadie ha sido más que nadie y en el que el microclima que se genera, todos han podido ser ellos mismos. Sin necesidad de hacer un papel de “malote” o de “niño bueno”. Simplemente han sido ellos, porque durante 24 horas al día nueve días, nadie puede mentir sobre lo que es. Todos escriben unas palabras al resto de compañeros porque a veces decir las cosas resulta complicado, pero no quieren dejar pasar la oportunidad de hacer conocer al resto lo importantes que han sido durante esos días.
![](https://jesuitascyl.es/wp-content/uploads/2021/09/MonitoresAT-Salamanca-1024x795.jpg)
Es una actividad que requiere de mucho esfuerzo y tiempo. Algunos monitores deben obtener titulaciones oficiales para poder ofertar este campamento. Algunas como: coordinador y monitor de tiempo libre, socorrista, manipulador de alimentos… Todos esos títulos que conllevan un tiempo y un esfuerzo que por todo lo que hemos tratado de transmitir en las líneas anteriores siempre merece la pena hacer.
Recibir mensajes posteriores al campamento de familias y participantes dándonos las gracias por brindarles la oportunidad de lograr, progresar y avanzar en su día a día , para así poder ser mejor personas, nos recuerdan que el lema de EN TODO AMAR Y SERVIR, está presente en todos nosotros.
Este campamento a nosotros, los monitores, nos hace felices ya que damos a los demás lo que hace unos años nos daban a nosotros. Compartir es vivir, y compartir nuestro tiempo con niños y adolescentes y enseñarles los valores de Jesús, ara nosotros es una de las misiones más complicadas a la vez que bonitas que tenemos en nuestra vida.»