
El día 5 de mayo fue una fecha singular y señalada en la vida de la Comunidad de Villagarcía. Nuestro querido padre Laínz, nuestro decano, cumplía nada menos que 100 años. Y el mismo día Eutimio Martino, cumplía los 98. Dos celebraciones dignas de tener muy presentes. De hecho, el último centenario que celebró la comunidad fue el 31 de agosto de 2016, el de Mariano Dehesa Pérez. Y así que este 5 de mayo, la casa se vistió de fiesta y se volcó en una muy digna celebración. ¡La enfermería no tenía nada que envidiar a la Feria de Abril de Sevilla!
Tras las primeras felicitaciones, a las 12 de la mañana celebramos la Eucaristía. Presidió el superio, Salvador Galán y dimos gracias a Dios por el largo camino recorrido por estos dos compañeros y el que indudablemente han recibido “mucho bien”. Unas vidas que tenían en común, además de sus muchos años, una sana curiosidad: Laínz por las plantas y Martino por la Historia. Dos pasiones y dos vocaciones. Al final de la misa, nuevamente felicitaciones dirigidas por nuestra enfermera y las auxiliares.

Comida festiva y a las cinco de la tarde, nos reunimos en un bonito acto de homenaje a los dos cumpleañeros. Comenzamos con la proyección de un emotivo vídeo que resumía la vida de nuestro buen padre Laínz. Vida dedicada a la investigación de las platas; a la Botánica… Le acompañaron dos de sus sobrinas, Ana y Cristina, representado a su extensa familia. Y después llegó la excelente merienda-cena. Compartimos alegría y compañerismo. Los homenajeados-cumpleañeros apagaron las tradicionales velas -¡de un soplo¡- y recibieron sencillos regalos.
En este ambiente festivo, llenos alegría y agradecimiento al Señor por la longevidad de nuestros entrañables compañeros, por tanto bien recibido.
Fernando Laiglesia SJ