Servicio fue la palabra que más se repitió en la asamblea de CVX en Valladolid, celebrada el sábado 9 de noviembre. Con audacia y cierta ignorancia, nos dispusimos a las novedades que nos trae este nuevo curso, fiándonos de Él y poniéndolo todo en Sus Manos.
Comenzamos el encuentro agradecidos por la generosidad de Alberto Plaza SJ que será nuestro nuevo asistente, quien ofreció su disponibilidad y ánimo para acompañarnos en la tarea en lo que él pueda con la ayuda de Dios. Sabemos que somos afortunados.
A continuación, se comunicó el relevo del consejo. Cristina, Carlos de la Fuente y Teresa asumen esta nueva tarea con ilusión y entrega. Hubo un tiempo para evaluar y agradecer a quienes les precedieron en el servicio, de modo que lo recogido les servirá de guía y camino.
En el ánimo de la comunidad está el unirse a las nuevas líneas de misión Ecología, Mujer y Diversidad Sexual que se aprobaron en la asamblea de Málaga y se concretó en la participación activa en estas misiones.
Raúl nos contó desde su nueva etapa como coordinador de Jóvenes, los proyectos que en esta misión se están preparando a nivel nacional y en los que algunos, Valladolid va a tener un papel de acogida como sede de algunos de ellos.
Marco nos habló de las propuestas que desde Migraciones se están llevando a cabo.
Carlos Entrambasaguas nos animó a ahondar en nuestra labor de incidencia en aquellos espacios en los que vayamos encontrando la oportunidad.
También se terminó de perfilar la oferta del Taller de Oración que se desarrollará el próximo fin de semana.
Acogiendo una petición a la comunidad desde Magis, Roberto vuelve a ser guía de un grupo del Centro Loyola, esta vez de profesionales, tarea que asume con alegría e ilusión, y agradecemos a Sinclair su disponibilidad para guiar un grupo de CVX.
La Eucaristía compartida fue el momento de agradecer la dedicación y esfuerzo del consejo saliente, y enviar al nuevo consejo; de reunirnos con nuevos amigos que se unen a la comunidad y con aquéllos que se van acercando, también con quienes no pudieron estar y los que regresan. Alberto nos animó a ofrecer la mirada al modo de Jesús, siendo generosos en nuestra entrega.
Para terminar, un picoteo fue el broche para celebrar y compartir la vida.