Domingo de Resurrección, el final y el principio de todo. Final de díos intensos de oración. Y principio de la primera semana de Pascua. Cada oficio litúrgico de este Triduo Pascual, cada charla, cada gesto y cada símbolo han dado sentido y vida a la Pasión y Muerte de Jesús. Y con la Vigilia Pascual, la luz de las llamas y el agua bendita han renovado la vida ante la cruz. Comienza la Pascua. Las tres iglesias jesuitas han acogido a los diversos grupos que han compartido este tiempo en comunidad: Pascua Urbana en Valladolid y Pascua Familiar en Salamanca. Se sumaban amigos como un jesuita de Chad, de Polonia y tantos otros…miembros de grupos de fe de CVX, de los colegios, de grupos de oración y de casas de acogida. Y para todos, al final se impone la alegría.
En esta galería, de los oficios litúrgicos del Jueves, Viernes Santo y la Vigilia Pascual, los gestos expresan el camino emprendido estos días. Charlie SJ refleja la evocación de cada uno de los momentos compartidos:
Durante la homilía del Domingo de Resurrección, Charlie invitaba a experimentar los efectos de la resurrección recogidos en las lecturas. Como primer efecto, la alegría. Es la esperanza revelada en el salmo y que tan bien se refleja al finalizar la vigilia Pascual: «Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo». Valentía, valentía para dar testimonio de un hecho difícil de comprender pero que lo cambia todo, como recogía la primera lectura de los Hechos, cuando san Pablo recuerda que fueron ellos quienes han comido y bebido con Él después de su resurrección y a fue a ellos a quienes «nos encargó predicar dando solmene testimonio». Charlie enumeró el tercer efecto, la confianza, contenido en la segunda lectura de los Colosenses: «Aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra». Una confianza impulsora de nuevas aspiraciones de una «vida nueva». Y por último el de la comunidad, fruto del deseo de transmitir, de compartir. El Evangelio relata la sorpresa de María Magdalena y su deseo de compartir con Juan y Pedro la noticia. Y de ahí a tantos otros que creyeron y celebraron juntos.
Y así, en comunidad, se ha celebrado el Triduo Pascual y la resurrección en las tres ciudades de la Plataforma Apostólica de Castilla y León: Salamanca, Burgos y Valladolid.