El día 7 de octubre pasado fallecía en Villagarcía de Campos el P Emilio del Río, jesuita, poeta y profesor de literatura del Colegio San José. Nacido en Valdanzo (Soria) muy pronto entendió que su vocación de servicio a los demás pasaba por ser sacerdote y se preparó para ello, primero en el seminario de El Burgo de Osma y luego, ya como jesuita, en Loyola, Veruela, Oña, Lovaina y Roma. Sus primeros destinos tuvieron que ver con la formación de seminaristas en Comillas y, tras un breve paréntesis en Centro América, en donde recopiló la producción literaria del P Ángel Martínez Baigorri, muerto en Nicaragua, volvió a España, al Colegio San José de Valladolid en donde permanecería ya hasta su retiro en Villagarcía dando clases de literatura, escribiendo y orientando a escritores hasta su retiro a Villagarcía de Campos en 1917.
Su publicación más famosa consiste en la recopilación de la obra poética del P Ángel Martínez Baigorri, la de sus propias poesías, y una amplia serie de colaboraciones con El Norte Castilla, sobre su intensa, aunque corta, estancia en Nicaragua y Guatemala. En Nicaragua le tocó vivir la desolación que supuso el terremoto que en 1973 asoló el país y en Guatemala la inseguridad del clima político con el que gobierno respondió a la guerrilla que tantas vidas se cobró, entre otras las de su compañero y paisano el P Carlos Alonso.

Muchos son los méritos del P Emilio como poeta y escritor, pero me voy a limitar a glosar aquí una experiencia desconocida para muchos en la que unió su faceta magistral a la creativa: se trata de la publicación de la Revista ALCOR, que desde junio de 1979 hasta marzo de 1981, salió a la luz en el Colegio San José. Aunque la revista, como tantas otras revistas literarias, tuvo una vida efímera, dos años y seis números, mientras que duró se caracterizó no sólo por la calidad de las firmas y los contenidos, sino también por la calidad de su formato y presentación, asunto éste que no era común entre las publicaciones colegiales de aquellas épocas en las que se empezaba a manejar el offset y la fotocopia, y, por ejemplo, si se querían destacar los títulos había que recurrir a pegar unas letras procedentes de unas plantillas. Una época en la que ni se soñaba aún con los procesadores de textos que años después han revolucionado el panorama editorial. En su mancheta figuraban algunos nombres muy conocidos hoy por sus actividades profesionales: como director, Emilio del Río; como jefe de redacción Javier Carranza; como redactores Carlos Arenas, J.C. Argüello, Francisco Callejo, Manuel Carnicer, José Carlos G Morán, Francisco G Redondo, Rafael Requejo, José Pablo Toquero y Luis José Touya; y como encargados de cubierta y maquetación Manuel Carnicer, Rafael Requejo y Jesús Sanjose. Era un conjunto masculino de alumnos y profesores de 3º de BUP, para un colegio que por aquel entonces sólo tenía mixto el COU.

En el primer número, de junio de 1979, junto al editorial se articulaban las secciones de narrativa, con cinco artículos, la de creación, con otros cinco, la de poesía, con once, la de estudios, con uno; la antología, con dos; y la de colaboraciones, con tres. Junto a este material lucían seis ilustraciones de indudable valor.
El número 2, de enero de 1980, se iniciaba con un editorial y cambiaban las secciones con respecto al número anterior. Las nuevas eran prosa, con tres artículos; estudios, con uno; poesía, con ocho, uno de ellos en francés; antología con uno; y colaboraciones. En este caso las ilustraciones se limitaban a cinco.
El número 3, de marzo de 1980, mantenía las mismas secciones del número anterior y ofrecía un editorial, cinco artículos en prosa, un estudio, seis poesías, una antología y cuatro colaboraciones. Entre los artículos había hasta ilustraciones.
El número 4, de junio de 1980, prescindía del editorial e iba directamente a la prosa, cinco artículos; la poesía, siete artículos; la antología uno; y cuatro colaboraciones. Completaban el número 8 ilustraciones de tres autores.
El número 5, de septiembre de 1980; anunciaba en su portada que era extraordinario pues publicaba los premios del concurso literario de BUP. Comenzaba con la convocatoria del concurso, el acta del jurado y a continuación se publicaba los premios uno por uno, del primero al octavo. En este caso, las ilustraciones fueron seis de tres autores diferentes.
El número 6, de marzo de 1981, dejaba constancia en la mancheta del cambio radical de redacción, los anteriores miembros habían abandonado ya el colegio y con ello la aventura que comenzó en 3º BUP. Con el cambio de redactores, cambiaron también las secciones: prosa, con 9 registros y poesía son ocho. Las ilustraciones fueron siete en este caso, de cuatro autores distintos.
El genio se agotó pues no llegó a salir un número 7. Esta fue la efímera vida de esta publicación pues los intereses cambiantes de los alumnos del colegio fueron por otros derroteros distintos. Eso sí, quedan de ella los números editados y el recuerdo de aquellos consejos de redacción dirigidos por el P Emilio en los que se valoraba la calidad de las propuestas y se filtraba y valoraba la calidad de lo publicado.
Jesús Sanjosé del Campo, sj
Consiliario de la AAA del Colegio San José
Este recuerdo fue publicado el 8 de octubre en El Norte de Castilla.