Alegría, esperanza y fe, éstas son las tres virtudes y actitudes con las que celebramos en la comunidad de Salamanca la fiesta de todos los santos y beatos de la Compañía de Jesús el 5 de noviembre. Una fecha aún más señalada al festejar el aniversario de los 50 años de los últimos votos de tres compañeros: José Luis Cano, Agustín Udías y Manuel Tejera, y la jornada de oración por las vocaciones con la que nos unimos a toda la Provincia de España.
En la homilía, José Ramón Busto, superior de la comunidad, destacó que más allá de los 56 santos y 149 beatos de la Compañía, todos estamos llamados a dedicar la vida a “en todo amar y servir a su divina Majestad” como nos invita San Ignacio en los Ejercicios Espirituales. La santidad que celebramos no es por la genialidad de los santos, sino por su seguimiento de Cristo que en el Evangelio nos sigue invitando cada día a dar la vida: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo, pero si muere da mucho fruto” (Jn 12,24). Dar la vida, cada día, sólo puede estar sustentada por la esperanza y la fe, y esto es un motivo de fiesta con nuestros compañeros que celebran sus 50 años de profesión solemne en la Compañía de Jesús.
Nuestra celebración es un punto más de referencia en nuestro camino como comunidad de jesuitas. Nos alegramos de continuar gastando nuestra vida al servicio del Reino, descubriéndolo cada día desde la esperanza y la fe que sostiene nuestra vocación. Una alegría que da vida y que queremos compartir, rezando por la Compañía y por la Iglesia, para que otros muchos puedan sentirla al discernir la vocación.