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Los delegados de Espiritualidad de Europa comparten en Salamanca frutos y deseos para el Servicio de la Fe

Espiritualidad | Salamanca
enero 26, 2024

Salamanca no fue un lugar de buenos recuerdos para San Ignacio cuando pasó por aquí en 1527, pero casi 500 años después ha sido un lugar perfecto para la reunión del grupo de Delegados de Espiritualidad de la Conferencia Europea de Provinciales (JCEP), del 21 al 25 de enero. El grupo contó con la presencia de James Hanvey,SJ, secretario de la Compañía para el Servicio de la Fe, y Dalibor Renić, SJ, presidente de la JCEP. El objetivo de la reunión fue poner en común las iniciativas de formación en Espiritualidad Ignaciana que se están impartiendo en las distintas provincias de Europa.

Al comenzar por la Provincia de España, tuvimos ocasión de conocer algunas de las propuestas formativas de los centros los espiritualidad de Manresa, con Javier Melloni SJ, Salamanca, con José de Pablo, SJ, y de la Universidad Pontificia Comillas con José García de Castro, SJ. Estos encuentros abrieron el diálogo para conocer lo que hacemos en otras provincias como Europa Central, Países Bajos, las dos Polonia, Portugal, Irlanda y Eslovaquia. Y el grupo se sintió muy unido a la primera de las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía: Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento. Y a la vez queriendo crecer en las otras tres preferencias.

Los debates del grupo fueron llevados desde el discernimiento en común y la oración. Descubriendo que un mundo distinto y diverso como el nuestro requiere volver a la pregunta por cuál es el lugar de Cristo y de la identidad cristiana. Nos descubrimos a nosotros mismos en un proceso continuo entre el  “yo” y el “nosotros”. Un viaje, o mejor dicho una peregrinación, en la que nos descubrimos vulnerables, invitados a vivir con mayor humildad y creatividad el discernimiento. En las cosas del Espíritu no es lo mismo dar fruto que ser eficaz, porque la eficacia etiqueta las acciones como éxito o fracaso, mientras que los frutos no dependen de nosotros sino de Dios. Cualquier instrumentalización del discernimiento nos llevaría a la muerte de nuestra vida espiritual, nos pondría a nosotros en el centro y no a Dios.

Mirando hacia el futuro del grupo de Delegados Europeos de Espiritualidad, vivimos como consenso, sentir común, el deseo de:

  • Seguir unidos compartiendo en profundidad nuestra fe y nuestra vocación.
  • Desarrollar la misión encomendada por los provinciales para promover la espiritualidad Ignaciana desde los ejercicios espirituales y el discernimiento.
  • Servir de puente para comunicar actividades en discernimiento en común, planificación apostólica y liderazgo ignaciano. Reunir fuentes existentes y crear nuevos recursos para la formación en nuestra espiritualidad.

Deseamos que el Señor nos confirme en esta tarea a través de los provinciales europeos y que cada vez podamos caminar más unidos en la vía del Señor.