El nombre de Jesús contiene un significado -Dios salva- que para los primeros jesuitas significó todo. Un nombre sobre el que se gestó la congregación por veneración a Jesús, por pasión y compromiso con su proyecto de salvación y como invocación a su protección. Así lo recordaba este 3 de enero José Ignacio Rodríguez SJ, en la eucaristía de la fiesta titular de la Compañía de Jesús en Valladolid cuando otras comunidades jesuitas también celebraban la celebraban.
Aquellos primeros jesuitas del siglo XVI consagraron su vida a Jesús y hoy este compromiso se renueva a la luz de la realidad del siglo XXI. «Renovamos nuestro compromiso de seguir envangelizando desde la experiencia que vimos en Jesús», explicaba José Ignacio. «Los primeros jesuitas entendieron su misión desde la enseñanza, la creación de colegios y lucha contra el protestantismo. Hoy la Compañía sigue discerniendo qué pide Jesús y qué haría Jesús para salvar a este mundo».
Hoy las Preferencias Apostólicas marcan el camino de la Compañía de Jesús para continuar con su misión, creciendo en experiencia espiritual y facilitando experiencia espiritual, estando cerca de los jóvenes y de los probres cuidando el planeta. «Lo mismo que hicieron aquellos primeros jesuitas, con otras formas y con otros modos queremos continuar haciéndolo, nosotros los jesuitas y toda la familia ignaciana».
«Pues que el nombre de Jesús, como decía el poeta clásico castellano, siga haciendo en cada uno de nostros halago en los oidos y dulzor en el corazón y que eso nos movilice para que sea de verdad eso de que al nombre de Jesús toda rodilla se dobla en el cielo y la tierra con agradecimiento y devoción».